jueves, 17 de septiembre de 2009

Los Capitales de la Edad

Muchos jóvenes creen que uno a medida que es más viejo, se inicia la decadencia. Los músculos se debilitan, los ojos se empañan, las manos tiemblan. Pero las cosas cambiaron gracias a Dios y la ciencia. En estos tiempos surgen nuevos conocimientos que prueban que mal hemos aprendido en el arte de vivir.

“…pueden ustedes citar a millares de hombres y mujeres que entre los 50 y 70 años obtienen mucho mas de la vida que cuando eran jóvenes, y también a decenas que encuentran en la edad madura es casi tan emocionante y magnifica como la juventud.”

dice nuestro autor. Pitkin nos invita a leer la vida de PHILLIPS BROOKS, inválido en su juventud y que logro ser un brillante clérigo y orador. Recuerdo en estos momentos el personaje principal de la película “ Mi pie izquierdo”.

“…después de los cuarenta, la mayoría de nosotros no tenemos interés en cambiar nuestros trabajos, nuestros juegos, nuestros domicilios y nuestros amigos…..”.

Recordemos que Pitkin escribe este libro en la década del 20 del siglo pasado. El afirma que después de los cuarenta no se establece ninguna disminución de las destrezas. Se pregunta si la perdida de peso del cerebro involucra necesariamente una disminución de su función. Recurriré a los estudios de ERIC KANDELL, premio Nobel por sus trabajos de neurología para investigar y encontrar respuestas.

En estos temas insistimos mucho en que a esta edad nos quedamos un poco por falta de estímulos y esfuerzos, quizás por un problema cultural u otras razones.

“….la mujer que viva la vida de las mariposas a los 20 años, debe esperar vivir joven, como las mariposas. El hombre que imita al gusano debe aceptar la breve carrera del gusano…”.

Los hombres de inteligencia grande y activa, son de notoria longevidad y esto no es casualidad , sino mas bien el efecto del estimulo mental.

De pronto yo me dedico al ajedrez para este caso. Alguien me quiere imitar?

Una frase que me llamo la atención esta semana, hablando de esfuerzos.

“ Poca cama. poco plato, poca zuela en tu zapato.”

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